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Cuando eliges una asignatura no sabes qué esperar, y menos en esta carrera, yo tuve que elegir las asignaturas desde mi universidad de origen en Salamanca sin conocer de que iban más allá de la guía docente, que profesor daba la asignatura, más allá de su nombre y apellidos. La organización en un centro universitario debe ser complicada porque todos pedimos mucho y lo queremos todo, pero creo que si hay algo importante es saber de antemano cómo se va a dar una asignatura, aunque eso dejara muchas aulas vacías y otras muy llenas.
Compartir el aula con otros alumnos debería ser literalmente compartirla, cada asignatura es un mundo y no se si todos los temarios dan para tanto o la actitud del profesorado de cómo darlos habría que tenerlo también en cuenta, pero el ambiente del aula es lo que define si acabas pensando o no en lo dado en esas horas de clase.
Este curso solo he pensado en mis proyectos, en las posibilidades de la plataforma, he hablado con mis amigas de fuera sobre ellos, he disfrutado cada uno de los días de clase y el esfuerzo no se ha sentido como trabajo obligado, porque no lo era.
Creo que es importante adentrarse poco a poco en la realidad que nos espera cuando acabemos y ejercicios como los realizados aquí te ayudan a no verlo tan lejano, y te motivan a ponerte con ello.
Soy muy conformista con los profesores, no se si es bueno o malo pero no les suelo sacar pegas, normalmente de todos salgo con algo, pero este cuatrimestre no he podido ser tan optimista y esta asignatura para mí ha sido la única de las que elegí* en Salamanca que recordaré más allá de esa guía docente que lei.
* de hecho, ni la elegí, la decidí en cuestión de horas para cambiarla por otra, irónico.
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